Hola, soy Sheila, y voy a contaros en este blog algunas de mis experiencias sexuales más calientes. Podéis comentar diciendo qué tal os parece o qué cosas podría probar, y si lo hago, os contaré qué tal me ha ido, ¡participad!
Hoy os voy a contar uno de los mejores polvos que he tenido, a ver qué os parece.
Era un sábado por la noche y mi amiga Victoria me había presentado a un bombón amigo suyo, diciendo que congeniaríamos. Pronto él empezó a ligar conmigo en la discoteca en la que estábamos, y sin resistirme a su cuerpo le besé con fuerza. Ambos nos fuimos a su apartamento y me tumbó en la cama. Mi chocho ya estaba caliente y quería sexo. Me desnudé.
- ¿Quieres mi polla? - me preguntó. Se bajó los pantalones y los bóxers y me descubrió un enorme pollón casi erecto.
Para complacerle, la cogí y me la metí en la boca, chupándola bien, primero con delicadeza y luego con más fiereza, soltando pequeños gemidos.
- Chúpamela, chúpamela - decía él.
Seguí chupándosela mientras se iba poniendo más y más dura, y yo más y más caliente. Me empujaba para que me la tragara bien. A la vez que se la chupaba, se la cogía con las manos y le hacía una paja. Tras mucho chupar y sin avisarme, se corrió en mi boca soltando mucho semen y yo me lo tragué, dejando que el resto de la corrida me pasara por la cara y por las tetas.
Me tumbé, abrí las piernas y le rodeé, él se acercó y me metió toda su polla por mi coño ardiente y cachondo. Le dije que me dijera cosas guarras, eso me pone mucho.
- Fóllame, fóllame - le grité - Fóllame como una puta, sigue, sigue.
Mis gemidos le ponían caliente, yo gemía como una auténtica zorra y su polla entraba y salía de mí muy rápido. Me toqué las tetas mientras su polla seguía dándome placer sin parar.
- ¿Quieres más rápido, zorra? ¿Te meto la polla más duro, putilla?
- Sí, sí, más, más.
Su enorme pollón entraba y salía de mi coño muy rápido y muy caliente, y gemí y gemí.
- Tienes las tetas muy grandes y sabrosas - me dijo
Me las empezó a chupar mientras no dejaba de embestirme con fuerza y hacerme gemir como una zorra, suplicando más y más sin parar. De pronto se levantó aunque yo quería más, y le puse mi cara de putón para que siguiera, pero me dio la vuelta y me dijo que me pusiera a cuatro patas. Lo hice, mostrándole mi culito y él me empezó a meter la polla poco a poco. Noté como entraba y me mordí los labios de placer, soltando pequeños "mmm" de gusto. Ya la tenía dentro entera y poco a poco el chico empezó a ir más rápido. Mis tetas se movían mucho y él me las agarraba y magreaba.
- Tienes una cara de zorra impresionante, me pones mucho, guarra, te voy a follar como nadie lo ha hecho.
Empecé a gemir más fuerte para excitarle hasta que noté de nuevo su corrida. Cuando me la sacó me di la vuelta y me la metí en la boca mientras le miraba a los ojos, chupando los restos de su semen. Se la seguí chupando hasta que la noté dura de nuevo y le tumbé en la cama. Me senté sobre él y me la metí hasta el fondo de un golpe. Puse más cara de calentorra y me toqué las tetas. Empecé a cabalgarle soltando pequeños gritos ahogados cada vez más fuertes. Mis tetas botaban y él me azotaba el culo. Acabé gimiendo como una loca y pidiendo más y más. Me corrí de puro placer llegando al orgasmo y el chico excitado por mis gritos y mis enormes tetas me siguió follando un rato, hasta que sin resistirlo más se corrió por tercera vez.
Fue una noche fantástica y me follaron genial.