martes, 3 de abril de 2012

De vacaciones

El verano pasado mi amiga Celia y yo pusimos rumbo a la playa, en pleno julio. Debido a que había estado enferma los días anteriores hacía mucho que no salía, y tenía ganas de fiesta, y sobre todo, de chicos. Nadie nos conocía, y Celia está tan salida como yo.
El primer día me quedé en el hotel mientras Celia salía por ahí debido a que me dio dolor de cabeza, y cuando volvió por la noche, creyendo que yo estaba dormida, se trajo a un inglés que se llamaba Martin a la habitación. Oí como se tumbaban en la cama y los gemidos tímidos al principio de Celia.
Sus delicados "oohh" y "sigue, sigue" me pusieron cachondísima, igual que el sonido de la polla del inglés chocando contra su coño. Bajé mi mano hasta la entrepierna y empecé a tocarme, metiéndome los dedos. Solté un pequeño gemido y Celia se enteró.
   - Puedes venir con nosotros, Sheila - me dijo.
Me levanté y el inglés se quedó atónico ante mis tetas, sólo llevaba puestas unas braguitas rosas. Miré su polla y me relamí para ponerle cachondo. Me tumbé al lado de Celia y ella empezó a lamerme las tetas, poniendo su culo delante del inglés. Este la agarró por el culo y empezó a darla azotes, mientras le metía la polla poco a poco.
Celia empezó a gemir más y más fuerte como una zorra y susurrando "sí, sí, sigue, sigue". Yo esperé impaciente mientras mi coño se iba poniendo más y más mojado. El inglés la sacó y se dirigió a mí. Me puse delante de él y le puse las tetas en la cara, él me montó y me metió la polla bien hondo. Le miré a los ojos mientras lo hacía y puse toda la cara de zorrona que pude. Me encanta ponerles cachondos así.
Celia me giró hacia ella y me besó con lengua, luego en el cuello y luego en las tetas. El inglés cada vez me montaba más rápido hasta que se corrió sin durar demasiado. Celia y yo nos agachamos hasta su polla flácida y empezamos a lamérsela a la vez, mientras la tocábamos y la poníamos dura como una piedra. Chupábamos lento y luego rápido, metiéndonosla por turnos en la boca o chupando a la vez. Celia se puso tan cachonda que se echó encima de mí y me hizo la tijera, apretada fuerte contra mí. Me di la vuelta y la dejé debajo, momento que aprovechó el inglés para metérmela por el culo de un golpe. Grité de placer y Celia me acompañó, mientras me tocaba las tetas y me chupaba el pezón. Exploté en un orgasmo mientras el inglés seguía dandome por el culo sin parar, rápido y chocando sus huevos contra mí. Ese sonido me ponía tan cachonda que no lo pude resistir.
Antes de que él se corriera me levanté de encima de Celia y me metí su polla de nuevo en la boca, tragándome toda la corrida. Luego me dirigí a Celia y la comí el coño, chupando con ansia y haciendo que se retorciera de placer ante mí. El inglés la tenía un poco dura de nuevo ante ese espectáculo, y se la cascó muy rápido sin dejar de mirarnos. Celia se corrió gimiendo como una puta y el inglés ponía cara de orgasmo de nuevo.
Sin querer quedarse sin su corrida Celia se puso enfrente del inglés y se echó su corrida por la cara y el cuerpo, lamiéndose los labios después.
El chaval no podía con más, y Celia y yo nos habíamos quedado satisfechas con el sexo.

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