sábado, 13 de octubre de 2012

Tres pollas y dos coñitos.

Recuerdo cuando me llamó un conocido que sabía mi pasión por el sexo para una orgía con tres tíos y una tía.

Después de las presentaciones y de quedar en la casa de verano de uno de ellos, fuimos al dormitorio y me fui a cambiar al baño. Mi amigo y tres de sus amigos me esperaban en la cama, desnudos, y la chica se estaba desnudando delante de ellos. Estaban de bastante buen ver y sus pollas eran ligeramente más grandes que la media. La tía, Lidia, estaba muy buena.
Empecé contoneandome delante de ellos mientras me quitaba mis medias y mi sujetador rojo que enseñaba bastante, dejándome en tanga. Así aumentaría la expectación. Lidia se relamía.
    - Empieza conmigo, Sheila pónmela dura - dijo uno de ellos, el rubio, mientras los otros pedían a Lidia que les pajeara.
Me acerqué a él y empecé a masturbarle y a dar pequeños lametones a la punta de la polla, muy rápidos. Con envidia, cogí la polla del de al lado y entre Lidia y yo le masturbamos. Era el que tenía la polla más grande, un auténtico portento. Se la pajeamos bien, subiendo y bajando las manos rápido, ocupándola toda y moviéndola sin parar. La vimos a punto de explotar al poco tiempo y nos peleamos por su semen, pero la mayoría cayó sobre mis tetas. Lidia, deseosa, empezó a lamermelas y yo me retorcía de placer. El rubio y el otro chico, moreno, se pajeaban con fuerza ante la escena. Lidia seguía chupándome las tetas, tocándomelas y pasando la lengua por mis pezones mientras yo soltaba gemiditos de placer. Las dos estábamos deseosas, y pasé la mano por su coño, le noté mojadito y dispuesto. Metí los dedos y empecé a masturbarla. Los tíos se pajeaban con más fuerza mientras miraban. El moreno me la metió en la boca justo al correrse y el rubio se corrió sobre el culo de Lidia. El tercer chico, que la volvía a tener dura, me separó de Lidia y la metió toda su polla enorme por detrás. Pude ver la cara de disfrute de la chica y me excité aún más. El semen del primero seguía recorriendo su culito. Como los otros no tenían la polla dispuesta y estaban recién corridos, me dediqué a chupar el semen que les quedaba,  pasando mi boca por las dos pollas por turnos mientras Lidia seguía gimiendo y gimiendo sin parar, con el gran instrumento de ese tío entrando y saliendo de su culo firme y duro.
El moreno parecía tener más aguante y se recuperó antes, pero el rubio se adelantó, me tumbó y empezó a chuparme el coño para darme placer. Me retorcía del gusto, entre lo bien que chupaba y los excitantes gritos de Lidia, así como los cojones del tercer chico chocando contra su culo.
El moreno no aguantó más y vi como se la metía al rubio, que tenía el culo abierto al haberse agachado a chuparme el coño. Por su cara vi que era la primera vez, pero se puso muy caliente y dejó de chuparme para disfrutar, así que para participar, empecé a tocarme por todo el cuerpo delante de él, que disfrutaba muchísimo. Lidia se corrió y yo me dirigí al tío que la estaba enculando para que me diera a mí. El semen bajó hasta el coño de Lidia, así que se lo chupé para devolverle el favor de antes, aunque yo disfrutaba mucho también. Después, me levanté y le puse el culo delante al tío, para que siguiera conmigo. Su polla seguía queriendo mambo, y era enorme y dura. Me enculó también de un golpe y siguió rápido. Mis tetas se movían al compás de su polla y el rubio me miraba con deseo mientras también le enculaban.
Lidia era muy puta, pero no tanto como yo, así que en lo que su coñito volvía a tener ganas, se dedicó a ponersela dura al rubio tocándosela, aunque por cómo me miraba y por cómo se la estaban metiendo hasta el fondo ya la tenía como una roca.
El que me estaba enculando no se cansaba, seguía metiéndomela hasta el fondo y dando embestidas fuertes, mientras sus cojones chocaban contra mi culo, y yo gemía mirando a los demás y tocándome las enormes tetas, que se seguían moviendo al compás. El que enculaba al rubio empezó a gemir más fuerte. El rubio, excitado, se giró y se la comió para tragarse todo el semen. Su polla subió aún más de repente y se puso cachondísimo. Me relamí al vérsela, y como mi coño me pedía más, le dije que viniera. Se colocó debajo de mí y de una estacada, me atravesó todo el coño, así que solté un gemido fortísimo y cerré los ojos, dejándome llevar por esos dos pollones entrando y saliendo por mi coño y mi culo. Como tenía los ojos cerrados y gemía con la boca abierta, no me percaté de que se acercaba el tercer tío hasta que me metió su polla, aún algo flácida, por la boca. Se la comí entera al compás de la penetración de los otros. Cuando creí que iba a explotar de placer Lidia se acercó y me empezó a tocar y chupar las tetas. Tuve uno de los orgasmos más grandes toda mi vida, pero los cuatro seguían dándome placer, con una polla aún dura en mi culo, reventándomelo y dándome azotes, con otra polla en mi coño entrando y saliendo a gran velocidad, otra polla en mi boca, que me follaba como si fuera otro coño, no esperaba que yo se la chupase, sólo la metía y sacaba, y mis tetas siendo lamidas tan ricamente por ese portento de tía. El que me enculaba se corrió y su semen bajó hasta mi coño. El rubio, al sentir el semen del otro en su polla y debido a la velocidad a la que me estaba follando se corrió poco después, al mismo tiempo que se corría en mi boca el tercer tío. No dejaba de salir semen de su pollón y me lo tragué enterito, chupando hasta que no quedó ni gota. Se separaron de mí para descansar, pero Lidia no estaba saciada. Me tiró boca arriba y se puso encima de mí, frotando su coño contra el mío, que a pesar de estar recién follado lo agradeció. Ponía una cara de puta tan increíble y gemía tan fuerte que los tíos frotaban su polla para que estuviera pronto lista, deseosos de más. Cogí sus tetas con las manos y empecé a moverlas y juntarlas mientras me seguía botando encima como una loca. Fue mágico, tuvimos un orgasmo a la vez. Los tíos ya se estaban pajeando como locos. Quedaron entre ellos en acercarse y correrse sobre nosotras, y el semen nos fue cayendo, en menor medida que antes, pero igual de rico. Repitiendo la jugada anterior, nos chupamos una a la otra para rescatar cada gota, y después chupamos sus pollas y cojones en busca de más.

Fue una noche increíble, estoy deseando repetir.

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