Que me gusta chuparla no es una novedad para los que ya me conozcáis. Se tiene la creencia de que el sexo oral es un favor que muchas chicas hacen, y no un disfrute. Para mí, tener una polla en la boca es una satisfacción plena. Notar el tacto, el calor, todo llenándome la boca...es una de las mejores partes del sexo para mí, y sé que también para los tíos que me follo, así que nunca pueden faltar las mamadas rápidas o mamadas que hago en momentos puntuales, cuando sé que va a gustarle especialmente al tío. Tampoco va conmigo lo de "cuando te vayas a correr avísame". No voy a dejar pasar el momento cuando el tío se descarga por completo. El semen es la prueba de lo bien que se la has chupado. Para mí es hasta un dilema elegir donde quiero que se me corran, porque me pone muchísimo ver todo el semen sobre mis tetas, pero también me encanta notarlo en mis labios, en mi boca, y tragármelo. Si haces una mamada, la haces bien, y disfrutas de lo que te da la polla.
Si leéis mis relatos de "La polla más grande de mi vida" veréis que mi polla preferida para chupar (y para que me folle) es la de mi follamigo Manu. Habiendo descubierto lo aficionado que es a los videojuegos, aprovecho siempre que le veo jugando para preguntarle si quiere una mamadita mientras. No es que consiga sus mejores partidas cuando estoy disfrutando de su pollón en mi boca, pero sé que le pone muchísimo. Él se sienta en el sofá con las piernas abiertas y el mando, y yo me arrodillo delante en el suelo. Le hago jueguecitos hasta que se empalma y empiezo mi sesión. La primera vez que lo hice también estaba la zorra de Raquel, a quien podéis conocer por el mismo relato. Habíamos estado follando las dos por un rato largo pero queríamos polla de verdad, y Manu estaba en el salón jugando. Desnudas, nos acercamos a él y le desabrochamos el pantalón. Traviesas, empezamos a chuparla a la vez, dando lametones cada una desde un lado. No tardó en ponérsele dura. Aunque nuestro plan era ir despacio ninguna pudimos resistirnos cuando la notamos aún más grande y dura y empezamos a chuparla con más ansia. Nuestros labios rozaban entre ellos mientras buscábamos meternos más polla en la boca. Nos turnamos. Primero se la metía un rato Raquel entera. Yo disfrutaba viendo cómo le llenaba la boca por completo. Los labios gruesos de aquella diosa en torno a una polla gigante, entrando y saliendo de su boca. Aunque me encantaba verla chupar pedí paso para chuparla otro rato yo. Manu casi ni nos miraba. Seguro que no era la primera vez que se lo hacían. Cualquier chica le haría lo que fuese a esa polla. Cuando se empezó a correr me aparté para que lo hiciese sobre las dos, dejándonos las tetas y el cuello llenos de lefa, que nos chupamos la una a la otra.
Las mamadas mientras Manu juega o ve la tele son habituales y me pone el reto de tener que distraerle, de que me ignore y tenga que esmerarme más aunque sé que en el fondo se muere por mis mamadas. Por mis mamadas, por mi coño o por mi culo. Le encanta mantenerme de pie, con el torso hacia adelante y el culo bien abierto para follármelo mientras ve alguna serie. Se ha convertido en una práctica habitual y me encanta.
Hace unos meses me conseguí un trabajo temporal de camarera durante un mes. A los tres días me estaba follando a mi compañero en los baños del bar tras cerrar, pero poco después cambiaron su horario y su turno acababa antes de la hora de cierre. Solo tenía libre un rato para comer. Durante los dos meses siguientes le hacía una mamada diaria mientras él comía, y me tragué todas y cada una de las corridas. Me mantenía bajo la mesa mientras comía y le hacía mis mejores trabajos, buscando que se corriera mucho y rápido. Este ha sido el período de tiempo que más mamadas he hecho, ya que a la vez quedaba varios días a la semana con Manu. Me servía para practicar y luego comerle la polla a él.
Tras esos dos meses en los que la chupé como nunca, el trabajo se acabó y Manu se fue de vacaciones con su novia, así que tuve que currarme un nuevo ligue por ahí para mantenerme en forma. Me había acostumbrado a mis pollas fijas y debía volver a la caza. Pasé una semana sin follar y después de haberme pasado follando y chupándola casi a diario empecé a volverme menos exigente con mi siguiente polvo.
Así que el día que quedé con un amigo para que me llevase en coche hasta la zona de fiesta donde iba a ligar, no aguanté ni el viaje y me puse a zorrear allí mismo. Por supuesto ya habíamos follado hacía años, pero no me había interesado volver a hacerlo y él quería ser fiel a su novia. Pero necesitaba sexo y no tenía por qué buscar más. Al principio se negó pero cuando llevé la mano a su paquete y empecé a tocárselo se dejó hacer. Le dije que nadie se enteraría de una follada rápida. Llevó el coche hasta una carretera más apartada de la ciudad y nos sentamos en los asientos traseros. Estaba a punto de metérmela cuando le llamó su novia por teléfono. Yo ya estaba con la falda abajo y el coño preparado, no me iba a quedar sin polla. Me dijo antes de contestar que era mala idea y que mejor parábamos. Pero cuando contestó, volví a sacarle la polla, que seguía erecta aunque se la había metido en los calzoncillos, y empecé a masturbarle mientras le miraba. No se resistió. Poco a poco me arrodillé y empecé a darle chupaditas sin dejar de mirarle. Hablaba como podía con la novia, con frases cortas, contestándole que estaba de camino, que se había liado un poco. Ahora yo me había comido entera la polla, y mientras la rodeaba con toda la boca pasaba la lengua por la punta. Después me centré aún más en esa zona, absorbiendo con los labios y apretando con la lengua. "No...no me pasa nada..." contestaba como podía a la novia. Yo oía la voz de ella a través del teléfono. "Tengo que colgar" le dijo a toda prisa, y justo entonces se corrió. Qué rico sabe el semen cuando llevas un tiempo sin probarlo. Abrí la boca y cerré los ojos recibiendo toda la corrida. A los dos nos había dado un morbo terrible lo de la novia por teléfono. Creo que él quería follarme también ese día, pero a mí me había valido con la chupadita, y fue cuando llegamos a la fiesta cuando me busqué a un tío que hiciera las labores. Ya que estaba, quería varias pollas diferentes aquella noche. Ese día tocó un chaval al que ni siquiera oí hablar, solo nos metimos al baño y me dio un poco por el culo y otro poco por el coño.
Lo que más me puso de aquella noche fue que, tonteando y haciendo bromas, la novia de mi amigo y yo nos morreamos durante un par de segundos, fruto de un juego y del alcohol. Ella nunca sabría que la boca que besó había tenido la lefa de su novio un par de horas antes.
Las mamadas mientras Manu juega o ve la tele son habituales y me pone el reto de tener que distraerle, de que me ignore y tenga que esmerarme más aunque sé que en el fondo se muere por mis mamadas. Por mis mamadas, por mi coño o por mi culo. Le encanta mantenerme de pie, con el torso hacia adelante y el culo bien abierto para follármelo mientras ve alguna serie. Se ha convertido en una práctica habitual y me encanta.
Hace unos meses me conseguí un trabajo temporal de camarera durante un mes. A los tres días me estaba follando a mi compañero en los baños del bar tras cerrar, pero poco después cambiaron su horario y su turno acababa antes de la hora de cierre. Solo tenía libre un rato para comer. Durante los dos meses siguientes le hacía una mamada diaria mientras él comía, y me tragué todas y cada una de las corridas. Me mantenía bajo la mesa mientras comía y le hacía mis mejores trabajos, buscando que se corriera mucho y rápido. Este ha sido el período de tiempo que más mamadas he hecho, ya que a la vez quedaba varios días a la semana con Manu. Me servía para practicar y luego comerle la polla a él.
Tras esos dos meses en los que la chupé como nunca, el trabajo se acabó y Manu se fue de vacaciones con su novia, así que tuve que currarme un nuevo ligue por ahí para mantenerme en forma. Me había acostumbrado a mis pollas fijas y debía volver a la caza. Pasé una semana sin follar y después de haberme pasado follando y chupándola casi a diario empecé a volverme menos exigente con mi siguiente polvo.
Así que el día que quedé con un amigo para que me llevase en coche hasta la zona de fiesta donde iba a ligar, no aguanté ni el viaje y me puse a zorrear allí mismo. Por supuesto ya habíamos follado hacía años, pero no me había interesado volver a hacerlo y él quería ser fiel a su novia. Pero necesitaba sexo y no tenía por qué buscar más. Al principio se negó pero cuando llevé la mano a su paquete y empecé a tocárselo se dejó hacer. Le dije que nadie se enteraría de una follada rápida. Llevó el coche hasta una carretera más apartada de la ciudad y nos sentamos en los asientos traseros. Estaba a punto de metérmela cuando le llamó su novia por teléfono. Yo ya estaba con la falda abajo y el coño preparado, no me iba a quedar sin polla. Me dijo antes de contestar que era mala idea y que mejor parábamos. Pero cuando contestó, volví a sacarle la polla, que seguía erecta aunque se la había metido en los calzoncillos, y empecé a masturbarle mientras le miraba. No se resistió. Poco a poco me arrodillé y empecé a darle chupaditas sin dejar de mirarle. Hablaba como podía con la novia, con frases cortas, contestándole que estaba de camino, que se había liado un poco. Ahora yo me había comido entera la polla, y mientras la rodeaba con toda la boca pasaba la lengua por la punta. Después me centré aún más en esa zona, absorbiendo con los labios y apretando con la lengua. "No...no me pasa nada..." contestaba como podía a la novia. Yo oía la voz de ella a través del teléfono. "Tengo que colgar" le dijo a toda prisa, y justo entonces se corrió. Qué rico sabe el semen cuando llevas un tiempo sin probarlo. Abrí la boca y cerré los ojos recibiendo toda la corrida. A los dos nos había dado un morbo terrible lo de la novia por teléfono. Creo que él quería follarme también ese día, pero a mí me había valido con la chupadita, y fue cuando llegamos a la fiesta cuando me busqué a un tío que hiciera las labores. Ya que estaba, quería varias pollas diferentes aquella noche. Ese día tocó un chaval al que ni siquiera oí hablar, solo nos metimos al baño y me dio un poco por el culo y otro poco por el coño.
Lo que más me puso de aquella noche fue que, tonteando y haciendo bromas, la novia de mi amigo y yo nos morreamos durante un par de segundos, fruto de un juego y del alcohol. Ella nunca sabría que la boca que besó había tenido la lefa de su novio un par de horas antes.
He tenido que chupar pollas que en un principio no me habría planteado chupar, pero que por alguna circunstancia acabé haciendo. Por ejemplo, un mes que iba muy justa de dinero y no me sobraba para comprarle la maría al tío que me la pasa. Iba a pasar de ella pero las fiestas en casa de mis amigos no son igual si ellos van fumados y yo no, así que acabé haciéndole una mamadita en el baño de una de las fiestas. Mientras se la chupaba él me iba dando caladas de un porro. Se las iba pagando al momento, prácticamente. Una mamada siempre es algo que disfruto, así que acabé chupándosela a otros dos colegas suyos a cambio de otros cuantos cogollos. Desde entonces no he vuelto a pagar dinero por la maría. Cuando se me acaba, quedo con alguno de los chavales y les hago mis trabajitos. ¿Me siento una puta? Un poco. Y me encanta. Si puedo intercambiar ya no sexo, sino una simple mamada por algo por lo que ellos cobran dinero, es que soy buenísima. Aunque eso ya lo sabía.
Como veis últimamente siempre tengo la boca llena, está siendo una buena época. Si os digo la verdad, follaría casi exclusivamente con mujeres si no adorase tanto hacer mamadas, el sabor de una buena polla y su lefa en la boca y su fiereza en el coño, o rompiéndote el culo. Pero me entenderéis si me vuelven loca los pechos suaves, con pezones duros como rocas para chupar, y el chochito jugoso y mojado de una mujer. De hecho, me paso mucho tiempo con una gran mujer que he conocido hace unos meses, y que vosotros también conocéis porque ya ha salido en un relato, y en este mismo también: mi putita Raquel. Nos ayudamos de juguetes para follar como locas pero siempre volvemos a las pollas reales, sobre todo la de Manu. Tengo muchas ganas de contaros las experiencias que vivo con ella, pero no sé si os llamaría tanto la atención. Personalmente amo follar con esa zorra. Hacedme saber vuestra opinión ;)